La suerte de mi vida .

La suerte de conocer a María, una niña tan bella por dentro como por fuera. Y las ganas que tenía de compartir su preciosa boda llena de detalles .

Víctor y yo nos conocemos de toda la vida, es primo de una de mis mejores amigas, pero no fue hasta el día de la lotería de navidad de 2011 cuando nuestros caminos se unieron y nos llegó la suerte de nuestra vida. El 22 es un número que siempre nos dio suerte, siempre quisimos una boda de día, en la catedral de Ciudad Real como años atrás ya hicieron sus padres…y así llegó nuestro 22 de septiembre .

Para el estilismo conté con el tocador de Patri, que me maquilló tan natural como siempre había querido y me peinó Isabel, de Sacha estilistas, que me hizo una preciosa trenza de espiga.

Desde pequeña tenía claro el estilo de vestido que quería, y tras visitar varios talleres, tuve claro que me lo quería hacer en Navascues. Cristina y Emilio son un encanto y captan al momento tu idea.

Mi vestido tenía una falda de georgette de seda con una cola de 4 metros y una espalda descubierta enmarcada por un encaje que Cristina trajo de Paris, recorría toda la cola y llevaba detalles del mismo tanto en puños como en cintura. ”

Fue mágico ver la evolución del vestido. Como poco a poco íbamos diseñando cada detalle y como iba cogiendo forma la idea que siempre tuve en la cabeza.”

Llevaba meses enamorada de los lancer de Jimmy Choo y mi madre me los regalo por sorpresa. 

Mi ramo y los dos tocados que llevé fueron obra de Volvorete. Primero me puse un pequeño tocado de flores en la trenza que me regalaron mis compañeras de la clínica y para abrir el baile me puse una espectacular corona de porcelana fría.

Como joyas llevaba el anillo de Suárez que me regaló Víctor cuando me pidió matrimonio, una pulsera que me regalaron mis amigas el día antes de la boda por sorpresa (me encantó llevar algo de ellas ese día), unos pendientes regalo de mis padres y un solitario que me regaló la madre de Víctor el día de la pedida.
El ramo llevaba peonias, rosa inglesa y eucalipto, que fue el hilo conductor de toda la boda, desde las invitaciones hasta los centros de mesa.

Víctor iba guapísimo, como siempre le había imaginado, chaqué gris marengo de Falcón Bespoque,chaleco crema de la misma marca y corbata Vittorio Luccino. Llevó zapatos de scalpers ,  unos gemelos de plata con sus iniciales bordaras que le regalé días antes de la boda y un reloj Tag Heuer que le regalé el día de la pedida.

“Mi suegra iba vestida de rosa clara ”

Llegué a la ceremonia en un Volswagen Beeatle de los años 80 descapotable. El momento más emocionante sin duda fue cuando entré del brazo de mi padre sonando el Canon de Pachelbel.

La familia de Víctor es muy numerosa y hay muchos niños. Me hacía especial ilusión que los más pequeños fueran acompañándome hasta el altar.

Para la decoración de la Iglesia y de la finca contamos con Virginia Riballo de Volvorete y volvería a controlarla sin duda, por varios motivos, como su gusto exquisito y lo mucho que nos ayudó antes y el día de la boda.

Mi madre iba vestida de candelasyfelipa.”
Las fotos y el vídeo fueron obra de Ernesto Naranjo.

La celebración fue en la finca Las Hornias Bajas y contamos con el impecable trabajo del catering de Bodegas Campos, gracias a Maria (la dueña de la finca) y a Esperanza, nuestra wp del catering que nos ayudaron en todo lo que necesitamos. 

Encima de los platos dejamos  un sobrecito con una rama de eucalipto y una participación de la Lotería de Navidad con la fecha de nuestra boda con la frase: ”nuestra suerte comenzó un día de la lotería de navidad y nos gustaría compartir con vosotros esa suerte”. 

Entramos al convite con la canción “Voy a pasármelo bien” de hombres G nuestro grupo de música favorito.

Para los centros de mesa con Andaluflor, que nos hizo unos centros espectaculares.

Una de las canciones más especiales fue “Madrecita”, con la que le entregué el  ramo a mi madre y una réplica a mi abuela materna.

El primer baile fue con la canción “l cant take My eyes of you”. Poco antes de eso, me cambié de tocado, me solté el pelo y me puse una corona preciosa que también fue obra de Volvorete.

El fue la suerte de mi vida.