La ría de Huelva, donde nace el sol y el atardecer se duerme.

A ti amiga Esperanza, gracias por permitirme desde este humilde rincón compartir mi precioso sueño, en el que aún sigo volando, y del que jamás quiero despertar“. Con estas bonitas palabras de Maria comienzo a relatar su historía no, sin antes darle las gracias a ella por hacerme partícipe y dejarme tenerla aquí .

“¿Quién no se ha imaginado de pequeña ese día en el que vestida de princesa llegaría a casarse con su príncipe azul?. Nunca imaginé que ese día podía llegar y menos ,que a pesar de todos los obstáculos que la vida nos pone en el camino, pudiéramos recordarlo como el mejor día de nuestras vidas. Cuando David y yo empezamos, yo tenia 15 años y él acababa de cumplir 17. Nadie apostaba por lo nuestro porque claro, éramos dos crios jugando a enamorarse. Juntos hemos perdido y ganado batallas, pero lo mejor de todo, es que siempre hemos permanecido de la mano, en los momentos amargos nos hemos agarrado más fuerte y en los mejores nos hemos hecho cosquillas.

Amaneció un precioso 22 de septiembre he de decir que siempre en mi casa todo pasa los días 22, y como no, mi boda no iba a ser menos. Esa mañana nos levantamos temprano y el tiempo se esfumó. El olor que había en mi casa aquel día jamás podré olvidarlo, mi madre puso toda la casa decorada con flores.

De mi peinado se encargó una gran profesional y persona, mi estilista, peluquera y amiga habitual Mari Angeles y del maquillaje no pudo ser otra que mi gran amiga Marta Paller, gran trabajo el que realizaron ambas.

Uno de mis tesoros mejor guardado es la corona que elaboró quien hoy es mi marido, pieza a pieza para mí, se dice que da mala suerte que el novio vea lo que la novia va a llevar, pero es cierto que jamás la vió puesta sobre mi cabeza. Fue un orgullo poder lucir una joya única que él había elaborado para mí.

El vestido que elegí fue del diseñador Jesús  Peiró. Tal y como lo había soñado, fue amor a primera vista ya que después de mucho probarme, seguía enamorada de él. El vestido de mi vida fue un regalo con mucho orgullo que me hiceron mis abuelos.

Llevaba unos zapatos celestes de una tienda local, los cuales me fueron difíciles de encontrar, y el tacón estaba decorado con las mismas piezas de mi corona.

Mi ramo de Novia fue un regalo de mi marido, realizado por Josechu Llames de “La Florería”, todo un acierto. Las flores elegidas fueron Rosas y olivo entre otras muchas, en honor a mi hermandad del domingo de ramos y mi Virgen de la Paz .”

A la salida de mi casa me llevé la primera sorpresa cuando dos amigos pusieron la melodía a aquel momento, que pusieron los nervios, más a flor de piel aún si cabía .

Nuestros anillos fue regalo de nuestras hermanas, algo que siempre llevaremos con nosotros como también las llevamos a ellas.

Decidimos dar el si quiero, delante de Nuestro Padre Jesus Nazareno, quien desde niños nos vio crecer y querernos pese a nuestra corta edad, quién mejor testigo que el padre de Huelva entera, el que vive en la Parroquia de la Purísima Concepción.

Llevábamos los pajes más bonitos de toda la historia, aquellos que esa misma mañana enviaron un ramo de flores y un dibujo precioso a su tata, mis queridisimos sobrinos Marcos y Juan, los quiero con toda mi alma.

Al entrar en la iglesia nuestros amigos , Gema y Gonzalo pusieron la melodía, de nuevo sonaba aquella canción con la que nuestra historia empezó a forjarse y con la que el me pidió que me casara con él. Justo antes de encontrarme con el que estaba apunto de ser mi marido, un caballero me beso en la mano, un caballero al que tengo la suerte de poder llamar abuelo, y al que Dios quiso que ese maravilloso día viera a su primera nieta dar el sí quiero. 

Hicimos el rito de la velación donde hicimos participe a mi madre y a mi suegro y fue un momento muy sentimental para mi familia ya que la mantilla con la que fuimos velados es de la virgen de la paz, imagen de la cofradía a la que pertenecemos.

Tras la ceremonia, seguimos con los pañuelos en la mano, sin yo saber nada, David había preparado unas palabras para todos. Fue uno de los momentos mas emotivos de ese día, creo que para mí y para todos los reunidos allí ese día.

Volaron globos blancos, y es que tengo una hermana que es única e inigualable, a la que estamos agradecidos de lo que hace por nosotros día a día, pero mas agradecidos aún si cabe de todo lo que hizo para que ese día fuese el más feliz de nuestras vidas.

Pastora, nuestra perrita que vino a compartir con nosotros un ratito de nuestro gran día.

La fiesta continuó en el Castillo de Santo Domingo (Moguer). Allí otra sorpresa nos esperaba durante la copa de encuentro, y no fue otra que la dedicación de un pasodoble de carnaval, otra de las tradiciones que en mi casa mi padre me enseñó desde pequeña, con letra de ”Jesuli Perogil” autor y compositor del carnaval onubense, en el que nos describían a la perfección.

Queríamos personalizar cada detalle de nuestra boda. Todo lo que os podáis imaginar fue de nuestras manos. Que poco a poco fuimos haciendo en los pocos ratos libres que teníamos.

Del reportaje vídeo gráfico se encargó Antonio de Estudios M3 y de las imágenes un Gran amigo y excelente profesional en el que estaremos toda la vida agradecidos y enamorados de su trabajo, gracias David Eiem.

Tras el almuerzo, abrimos el baile con una versión española de Ed sheeran “perfect”.

La música empezó a sonar y empezamos a realizar un baile con todos nuestros amigos que teniamos preparado. Como no podía faltar ” Mi Huelva tiene una Ría” un pasodoble que habla de Huelva, el favorito de mi Abuelo y mi abuela y nuestra querida Cristobalina (abuela del novio) que desde el balcón más bonito del cielo junto con Manuel , Pepa y Paqui no quisieron perderse ni un solo detalle de nuestro 22 de septiembre .

Pedimos que nos hiciesen  dos replicas de mi ramo para regalárselos a cada una de mis hermanas, mi hermana de sangre, Cristina, el mejor tesoro que mis padres pudieron darme y la que David me regaló mucho antes de que empezara todo, su hermana, Mercedes.

Desde estas líneas agradecer a todos nuestros familiares y amigos el maravilloso día que nos hicieron pasar. Papa y mamá, mi vida os la debo a vosotros, de no ser como sois con nosotros, nada de esto hubiese sido posible, os quiero.